lunes, 23 de marzo de 2009

Un día verde en H10 por Miguel Ángel Rancel Toledo

Para gestionar y conocer la realidad ambiental de una zona determinada, es necesario conocer su historia, sus recursos y como y cuanto ha influido el ser humano en dicho entorno. Es por ello que desde el grupo GEA h10 costa adeje Palace, les invitamos a conocer mejor, ¿Quiénes somos?, ¿de donde venimos? Y ¿Dónde vamos?

Historia:

Cuenta la leyenda, que a finales del s. XIV D.C. reinaba en la isla Afortunada de Nivaria, (nombre dado por los romanos a la isla de Tenerife) el Mencey Tinerfe el grande. Dicho Mencey, ejercía su influencia sobre toda la isla desde el lugar conocido como Adeje. En esta zona el clima era cálido, la vegetación variada, la tierra fértil y había abundante agua, que la propinaba el barranco.

Tinerfe el grande tuvo 9 hijos, a quién enseñaba con sabiduría a gobernar el pueblo Guanche. Los Guanches eran un pueblo pacífico, que se dedicaban en gran medida al pastoreo caprino, ovino y porcino y en menor medida a la agricultura, (cereales, con los que elaboraban el gofio) además de la recolección de algunos moluscos en las zonas costeras. Tenían creencias religiosas en las cuales sus dioses principales eran el sol y la luna. El demonio habitaba en el interior del Teide y cada cierto tiempo se dejaba sentir tendiendo sus largas lenguas de fuego. Un lugar sagrado para ellos, era la actual playa de La Enramada, junto al hotel, donde curaban sus enfermedades sumergiéndose en sus aguas cristalinas.

El Mencey era Juez y Rey del pueblo Guanche, era justo y noble con su pueblo. Pasaban los años y el anciano Mencey veía como sus nueve hijos se enfrentaban entre sí por quedarse con su trono, es por ello que decidió dividir la isla en nueve menceyatos y repartirlos entre sus hijos, que serían: Taoro, Tacoronte, Tegueste, Icod, Daute, Anaga, Güimar, Abona y a su hijo Atbitocaspe le tocaría Adeje.

En 1496 cuando el Adelantado Fernández de Lugo terminó la conquista de Tenerife, reinaba en el menceyato de Adeje, el hijo mayor de Atbitocaspe, Pelinor, quien fue el último Mencey de Adeje y que junto con los menceyes de Abona y Anaga formaron los bandos de pases, ya que fueron aliados de las tropas castellanas en la conquista de la isla.

Tras la conquista de la isla por los castellanos, Fernández de Lugo reparte la isla entre sus colaboradores, vende a muchos Guanches como esclavos y lleva ante los reyes de Castilla a los Menceyes de la isla.
Como había prometido a los Menceyes de los bandos de pases, (Adeje, Abona y Anaga), los bautiza y convierte al cristianismo, fue entonces cuando el Mencey Pelinor, pasa a llamarse Don Diego de Adeje y obtiene de manos del Adelantado Fernández de Lugo un barranco con todas sus tierras y aguas que se llama de Masca. Con lo que las tierras de Adeje, pasan a pertenecer a comerciantes Genoveses, los Ponte.

La familia Ponte, se traslada a Adeje y muy pronto comienzan a sacar partido a las tierras y aguas de la zona. En la ganadería introducen la Vaca, acompañando al ganado ya existente caprino, ovino y porcino, pero la novedad llegó en la agricultura en la cual se introdujo la caña de azúcar, creando en la zona un ingenio azucarero exportando este bien especialmente a Inglaterra. La cantidad de agua que proporcionaba el barranco del Infierno, hicieron que esta zona de la isla fuese un oasis en el sur. Pronto empezaron los Ponte a hacer obras de infraestructuras en la zona que perduran hasta nuestros días. La ermita de San Sebastian, junto al hotel, se erigió a mediados del s. XVI, la iglesia de Santa Úrsula en Adeje, a partir de 1560, la casa fuerte comenzó a construirse sobre 1555, para luchar contra las incursiones de piratas ingleses y franceses que atracaban sus galeones junto a la playa para proveer sus bodegas de víveres, agua y azúcar del ingenio. Mención merece la incursión del pirata Pata de Palo en el año 1553.

En 1655 y por Real Cédula dada por Felipe IV, a favor de Juan Bautista de Ponte Fonte Pagés, pasa este a ser el primer señor de Adeje. Convirtiéndose Adeje en señorío y villa del reino.

Los ponte vivieron en Adeje hasta mediados del s. XIX, la economía de la zona no había sufrido muchos cambios y la población era escasa.

A mediados del s. XX el sur de la isla y mas concretamente Adeje, se beneficia de dos grandes obras hidráulicas, canal del sur y canal intermedio. Con estos canales con gran caudal de agua exportada desde los municipios con excedente, Fasnia, Arico y Güimar, se da un traspié a la economía de la zona, creándose grandes extensiones de cultivo de plátano y tomate, para exportar. El punto de salida sería el puertito de Adeje.
Para cultivar estas zonas era necesario mucha mano de obra, por lo que se crearon barracones y luego barriadas, que terminaron por convertirse en pueblos, Ármenme, las Nieves, Fañabé…, la afluencia de gente de otras zonas de la isla, así como de otras islas fue considerable.

A mediado de los años 70 comienza a desarrollarse la industria turística. El clima de la zona, la temperatura y la tranquilidad hacía que cada vez mas viajeros tomaran rumbo al sur de la isla para pasar sus vacaciones. Con la construcción del Aeropuerto sur Reina Sofía a finales de los 70 y el desdoblamiento de la autopista del sur, a mediados de los 90, se da un gran impulso a este sector. Hoy por hoy Adeje tiene 77000 camas turísticas, con una planta alojativa moderna y de gran calidad. El turismo es el motor y principal fuente de riqueza del municipio y de la isla en sí.

Como siempre, el agua ha estado ligada al desarrollo, es por ello que se ha hecho un gran esfuerzo desde las administraciones públicas, creando el complejo hidráulico Adeje-Arona., en el que además de desalar agua de mar, se reciclan las aguas residuales de ambos municipios, para utilizarlas en el riego de los numerosos jardines de la zona, campos de golf, así como en zonas agrícolas.

Mucho han cambiado en Adeje las cosas desde que reinaba en la isla Tinerfe el Grande hasta la actualidad. Es por ello que desde el grupo GEA, animamos a todos a respetar y pensar en ¿Quiénes somos? Y ¿de donde venimos?, para así buscar un lugar mas respetuoso con el medio, donde hombre y naturaleza convivan en armonía.
Os animo a pensar… ¿a dónde vamos?.

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